Amnesia, The Dark Descent.
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Amnesia, The Dark Descent.
Amnesia: The Dark Descent no es un juego para todo el mundo. Es un juego de miedo, terror en mayúsculas, excepcionalmente bien llevado a cabo y que sabe tocar con tremenda precisión las fibras justas que provocan verdadera angustia en el que juega.
Frictional Games, los creadores de la saga Penumbra -magníficos juegos que asientan las bases jugables sobre las que se apoya Amnesia- han conseguido elevar este difícil género muy por encima de otros productos de pseudo-terror más comerciales e inocentes como Dead Space, Resident Evil o los últimos (e irrisorios) Silent Hill.
Por supuesto el miedo es algo totalmente subjetivo, no a todos nos dice lo mismo las mismas imágenes, pero en mi caso particular lo pasé realmente mal jugando a Clive Barker's Undying, Call of Cthulhu: Dark Corners of the Earth, Cryostasis o la misma saga Penumbra, por poner algunos ejemplos. Con ese currículum, me veía capacitado, y con pelo en pecho, de cara a afrontar con valentía y pulso firme el reto que Amnesia supone. Cuán equivocado estaba.
Ya desde el principio, Frictional Games te deja claro que este es un juego para disfrutar (a su estilo, claro). De modo que antes de comenzar la partida te pide que te relajes y te da una serie de pautas. La primera, por ejemplo, es jugar con luz tenue y si puedes con auriculares para sentir mejor el sonido. Otra cosa que te dice es que te olvides de grabar partida o checkpoints, el juego se ocupa de todo ese rollo. Por último te aconseja que no vayas a lo loco a matar, porque no puedes ganar si lo haces así, en Amnesia no hay armas, debes sobrevivir.
Con esta premisa en mente el juego se disfruta aún más. Parece mentira como una serie de consejos de primera mano pueden cambiarte la forma de jugar y las sensaciones que conseguirás. La historia de Amnesia es algo enrevesada, especialmente por la forma en que se cuenta a base de recuerdos, diálogos memorizados, notas personales propias y de otras personas que vas encontrando. Lo importante que debes saber es que en el juego estás solo, desamparado, dentro de un castillo barroco habitado por unos seres desfigurados y, especialmente, por la presencia de una Sombra que no verás pero que sí que sientes y te persigue para matarte.
Los medios que tiene Amnesia para asustarte son variados pero en el fondo tremendamente realistas. Para empezar, el 90% del escenario está en la oscuridad o la penumbra. La luz es el único aliado y será una preocupación constante tenerla cerca para ver qué pasa o hacia dónde debes ir, por eso portarás una lámpara de aceite que se puede activar en cualquier momento y unos yesqueros que encuentras por el castillo y que sirven para encender velas y antorchas fijas en el escenario.
Lo que pasa cuando te quedas en la sombra es que tu Cordura se ve afectada, un medidor de salud mental que decrece en determinadas situaciones. En la sombra empiezas a oír ruidos raros, crujidos y gritos que vienen de algún lado, si la Cordura disminuye esos ruidos pasan a imágenes, colores distorsionados y finalmente una visión borrosa junto a un movimiento de cámara con molesta (y peligrosa) latencia. En última instancia, te mueres de miedo. Esta simulación del miedo es tremendamente realista y de verdad afecta al control. El juego se aprovecha de eso y provocará situaciones críticas donde tienes que controlarte si no quieres morir.
Los pocos monstruos que aparecen hacen subir esta locura, solo con mirarlos Daniel, el protagonista, se pone a temblar y a hablar solo, lo que a su vez capta la atención de éstos. Es por eso que te ves forzado a esconderte continuamente en la sombra para sobrevivir y ni siquiera puedes mirarlos sin volverte loco. Pero claro, si no miras, no sabes si vienen a por ti...
La falta de luz te volverá loco...
En el fondo, más que un juego, Amnesia es una atracción de feria de terror. Un paseo por ese castillo, evitando la oscuridad y los monstruos, buscando fuentes de luz, ahorrando aceite de la lámpara, y recolectando el máximo de yesqueros para iluminar las salas (cosa que se llega hasta la obsesión). Este paseo se ve necesariamente pausado cada cierto tiempo por varios puzles, que te obligan a explorar en la oscuridad en busca de raras piezas que luego usas para arreglar maquinaria variada. Los puzles son muy correctos e inteligentes, pero el juego cae en el error de darte demasiadas pistas para solucionarlos, reduciendo una dificultad que de ser algo mayor provocaría más ansiedad en el jugador.
Todo el juego lo soporta un fantástico nivel audiovisual que se aprovecha de todas y cada una de las piezas que provocan miedo en los humanos. La oscuridad es una de ellas, pero no sería creíble si el trabajo de iluminación no rozase la perfección como, de hecho, ocurre aquí. Las imágenes distorsionadas, temblores de pantalla, efectos borrosos de visión… todo actúa en una única dirección, hacerte creer que lo que ves es lo que sentirías si tuvieras miedo de verdad. Puede que no sea un juego de 10 en el apartado gráfico, pero el motor es muy solvente y tampoco necesita más.
Pero más que la imagen es el tremendísimo trabajo realizado con el sonido. Cuando el juego te aconseja jugarlo con auriculares bien sabe porqué lo dice, y es que ya no sólo son los gritos que se oyen a lo lejos. Son los pequeños ruiditos que te acompañan en todo momento, el eco de tus pasos por los pasillos, las tenebrosas voces narrativas, o peor aún esos brutales y heladores aullidos de ultratumba que de vez en cuando oirás y que dejan paralizado al más valiente.
El terror hecho videojuego
Si este no es el juego más terrorífico de la historia, poco le falta. Toda la jugabilidad está orientada en esa dirección, en hacerte pasar un mal rato pero sin olvidarse de también divertirte. Me quejaría de la duración final del juego o su relativa escasa dificultad cuando le coges el truco a esconderte (Penumbra, por ejemplo, era mucho más exigente en este punto), pero aún así Amnesia es uno de los mejores juegos del 2010 que, por desgracia, pasará bastante desapercibido por la casi nula promoción.
FUENTE: http://sftcdn.net/
Frictional Games, los creadores de la saga Penumbra -magníficos juegos que asientan las bases jugables sobre las que se apoya Amnesia- han conseguido elevar este difícil género muy por encima de otros productos de pseudo-terror más comerciales e inocentes como Dead Space, Resident Evil o los últimos (e irrisorios) Silent Hill.
Por supuesto el miedo es algo totalmente subjetivo, no a todos nos dice lo mismo las mismas imágenes, pero en mi caso particular lo pasé realmente mal jugando a Clive Barker's Undying, Call of Cthulhu: Dark Corners of the Earth, Cryostasis o la misma saga Penumbra, por poner algunos ejemplos. Con ese currículum, me veía capacitado, y con pelo en pecho, de cara a afrontar con valentía y pulso firme el reto que Amnesia supone. Cuán equivocado estaba.
Ya desde el principio, Frictional Games te deja claro que este es un juego para disfrutar (a su estilo, claro). De modo que antes de comenzar la partida te pide que te relajes y te da una serie de pautas. La primera, por ejemplo, es jugar con luz tenue y si puedes con auriculares para sentir mejor el sonido. Otra cosa que te dice es que te olvides de grabar partida o checkpoints, el juego se ocupa de todo ese rollo. Por último te aconseja que no vayas a lo loco a matar, porque no puedes ganar si lo haces así, en Amnesia no hay armas, debes sobrevivir.
Con esta premisa en mente el juego se disfruta aún más. Parece mentira como una serie de consejos de primera mano pueden cambiarte la forma de jugar y las sensaciones que conseguirás. La historia de Amnesia es algo enrevesada, especialmente por la forma en que se cuenta a base de recuerdos, diálogos memorizados, notas personales propias y de otras personas que vas encontrando. Lo importante que debes saber es que en el juego estás solo, desamparado, dentro de un castillo barroco habitado por unos seres desfigurados y, especialmente, por la presencia de una Sombra que no verás pero que sí que sientes y te persigue para matarte.
Los medios que tiene Amnesia para asustarte son variados pero en el fondo tremendamente realistas. Para empezar, el 90% del escenario está en la oscuridad o la penumbra. La luz es el único aliado y será una preocupación constante tenerla cerca para ver qué pasa o hacia dónde debes ir, por eso portarás una lámpara de aceite que se puede activar en cualquier momento y unos yesqueros que encuentras por el castillo y que sirven para encender velas y antorchas fijas en el escenario.
Lo que pasa cuando te quedas en la sombra es que tu Cordura se ve afectada, un medidor de salud mental que decrece en determinadas situaciones. En la sombra empiezas a oír ruidos raros, crujidos y gritos que vienen de algún lado, si la Cordura disminuye esos ruidos pasan a imágenes, colores distorsionados y finalmente una visión borrosa junto a un movimiento de cámara con molesta (y peligrosa) latencia. En última instancia, te mueres de miedo. Esta simulación del miedo es tremendamente realista y de verdad afecta al control. El juego se aprovecha de eso y provocará situaciones críticas donde tienes que controlarte si no quieres morir.
Los pocos monstruos que aparecen hacen subir esta locura, solo con mirarlos Daniel, el protagonista, se pone a temblar y a hablar solo, lo que a su vez capta la atención de éstos. Es por eso que te ves forzado a esconderte continuamente en la sombra para sobrevivir y ni siquiera puedes mirarlos sin volverte loco. Pero claro, si no miras, no sabes si vienen a por ti...
La falta de luz te volverá loco...
En el fondo, más que un juego, Amnesia es una atracción de feria de terror. Un paseo por ese castillo, evitando la oscuridad y los monstruos, buscando fuentes de luz, ahorrando aceite de la lámpara, y recolectando el máximo de yesqueros para iluminar las salas (cosa que se llega hasta la obsesión). Este paseo se ve necesariamente pausado cada cierto tiempo por varios puzles, que te obligan a explorar en la oscuridad en busca de raras piezas que luego usas para arreglar maquinaria variada. Los puzles son muy correctos e inteligentes, pero el juego cae en el error de darte demasiadas pistas para solucionarlos, reduciendo una dificultad que de ser algo mayor provocaría más ansiedad en el jugador.
Todo el juego lo soporta un fantástico nivel audiovisual que se aprovecha de todas y cada una de las piezas que provocan miedo en los humanos. La oscuridad es una de ellas, pero no sería creíble si el trabajo de iluminación no rozase la perfección como, de hecho, ocurre aquí. Las imágenes distorsionadas, temblores de pantalla, efectos borrosos de visión… todo actúa en una única dirección, hacerte creer que lo que ves es lo que sentirías si tuvieras miedo de verdad. Puede que no sea un juego de 10 en el apartado gráfico, pero el motor es muy solvente y tampoco necesita más.
Pero más que la imagen es el tremendísimo trabajo realizado con el sonido. Cuando el juego te aconseja jugarlo con auriculares bien sabe porqué lo dice, y es que ya no sólo son los gritos que se oyen a lo lejos. Son los pequeños ruiditos que te acompañan en todo momento, el eco de tus pasos por los pasillos, las tenebrosas voces narrativas, o peor aún esos brutales y heladores aullidos de ultratumba que de vez en cuando oirás y que dejan paralizado al más valiente.
El terror hecho videojuego
Si este no es el juego más terrorífico de la historia, poco le falta. Toda la jugabilidad está orientada en esa dirección, en hacerte pasar un mal rato pero sin olvidarse de también divertirte. Me quejaría de la duración final del juego o su relativa escasa dificultad cuando le coges el truco a esconderte (Penumbra, por ejemplo, era mucho más exigente en este punto), pero aún así Amnesia es uno de los mejores juegos del 2010 que, por desgracia, pasará bastante desapercibido por la casi nula promoción.
FUENTE: http://sftcdn.net/
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